En junio de 1933 la Revista de Occidente publicó en su número CXX una nota firmada por Hugo Obermaier (Regensburg, Alemania, 1877 – Friburgo, Suiza, 1946) con una significativa referencia a la arqueología de Poza de la Sal (Burgos).
La importancia tanto de la revista, fundada y dirigida por José Ortega y Gasset (1), como del autor del texto -Obermaier es considerado el fundador de la Prehistoria y de la Arqueología profesional en España– justifican traer aquí una referencia al artículo en cuestión, por lo demás creo que poco conocido. Su título es Anuario de Prehistoria madrileña.— Volúmenes II-III. 1931-1932. Ayuntamiento de Madrid. Madrid, 1932.
Las antigüedades romanas de Poza de la Sal
La nota es una reseña de la publicación que menciona su título, en la que se incluía el extenso trabajo del profesor Julio Martínez Santa-Olalla (Burgos, 1905 – Madrid, 1972) Antigüedades romanas en Poza de la Sal (Burgos). Fechado en 1928, es probablemente el estudio más importante publicado hasta la fecha sobre la arqueología pozana. Martínez Santa-Olalla, muy vinculado a Poza, había sido discípulo de Obermaier en la Universidad de Madrid (2).

Maestro y discípulo: Hugo Obermaier y Grad (Regensburg, Alemania, 1877 – Friburgo, Suiza 1946) y Julio Martínez Santa-Olalla (Burgos, 1905 – Madrid, 1972) (Foto de Obermaier: Colección Bernardo Estornés Lasa)
Este es el texto de Obermaier en lo que concierne a Poza, sobre el cual inserto algunas notas que pueden leerse al final de esta entrada, por si a alguien interesan:
Julio Martínez Santa-Olalla nos ofrece en su trabajo Antiguedades romanas de Poza de la Sal (Burgos), en un conjunto de 50 páginas y 26 láminas, todo lo que recuerda de la vieja ciudad romana, indudablemente la Selionca que cita Estrabón (3). Tiene el trabajo el interés, en primer lugar, de dar una idea perfecta del aspecto y forma en que se presentan las estaciones romanas. Después hace la descripción y estudio detallado de la ciudad, termas, templo, foro, rastros de sus industrias, necrópolis y sus sarcófagos, rectifica la cronología del ya famoso [sarcófago] (4) que se conserva en el Museo Provincial de Burgos. Pero lo realmente interesante (hagamos caso omiso de las instalaciones industriales, cuyo estudio hubiese sido trascendental para la Arqueología) es la nueva modalidad de su vasta necrópolis, con sepulturas de incineración cubiertas por estelas en forma de casa, muy semejantes a las de numerosos cementerios célticos de Lorena, los Vosgos, etc. (5), lo que constituye una novedad importantísima para la Arqueología europea, pues se trata de un problema muy debatido en la actualidad y sobre el que existe una abundante bibliografía, sobre el cual J. Martínez Santa-Olalla mismo llamó la atención del mundo científico en su trabajo Las estelas en forma de casa en España (Investigación y Progreso, octubre de 1932) (6).
El caso de Poza de la Sal es típico de un estado de cosas que está llamado a desaparecer. Sus ruinas fueron destruidas a conciencia en la construcción del ferrocarril Santander-Mediterráneo, sin que los organismos oficiales correspondientes intervinieran para salvarlas. Sólo, y gracias a cierta juventud siempre alerta, en este caso de J. Martínez Santa-Olalla, se salvaron multitud de objetos, y, lo que es más importante, datos referentes a ellos, ya que de lo contrario todo se hubiera perdido de manera irreparable, o a lo sumo, se hubiera salvado tal o cual estela, de la singular necrópolis de Poza de la Sal, de interés internacional, que estaría en cualquier Museo sin que se conocieran las circunstancias del hallazgo (7).
La nueva ley de Protección del Tesoro Artístico logrará que no se repitan casos análogos (…) (8).

Estelas celtas con forma de casa procedentes de Alsacia, en el noreste de Francia (Museo de Saverne), Poza de la Sal (Museo de Burgos) y Briteiros, norte de Portugal (Museo Arqueológico Martins Sarmento, Guimarães).
El interés internacional de las estelas-casa de Poza de la Sal
Ciertamente no hay en la nota de Obermaier informaciones que no puedan encontrarse en el artículo de Martínez Santa-Olalla al que se refiere. Pero, con todo, no puede dejar de valorarse la confirmación, por parte de una autoridad científica de primer orden como la que representó el profesor Obermaier, de la importancia de los hallazgos arqueológicos de Poza de la Sal y, de modo especial, del interés internacional de la estelas-casa, de cultura celta y época romana, procedentes de la necrópolis de La Vieja.
La conexión de estos singulares monumentos pozanos con las estelas galas del noroeste de Francia, tal y como destaca Obermaier, y con las mucho más monumentales pedras fermosas de los castros celtas del norte de Portugal -a las que Martínez Santa-Olalla dedicó un trabajo posterior en 1933 (9)- es un tema apasionante al que habría que prestar más atención.
Jaime Urcelay
Para descargar el texto completo del artículo de Hugo Obermaier en la revista de Occidente, nº CXX, de 1933, pinchar aquí.
Para descargar el Anuario de Prehistoria madrileña, volúmenes II-III, 1932-1933, pinchar aquí.
(1) El filósofo Ortega y Gasset fue uno de los apoyos de Obermaier en España, brindándole las prestigiosas páginas de la Revista de Occidente. En su colección publicó también Obermaier en 1932 el libro El hombre prehistórico y los orígenes de la humanidad, un referente clásico en la ciencia prehistórica. Ortega mantuvo también una estrecha amistad con Julio Martínez Santa-Olalla y juntos visitaban a veces Poza (ver El filósofo Ortega y Gasset en Poza de la Sal).
(2) Julio Martínez Santa-Olalla nació en Burgos, pero era hijo de pozanos: el General José Martínez Herrera y Consuelo Santa-Olalla Cadiñanos. En Poza transcurrió parte de su infancia y en nuestro pueblo nació también su vocación por la arqueología, según este interesante relato de sus discípulos Ana Isabel Ortega y Salvador Quero:
«Él mismo recuerda como a los 15 años Melquiades Zúñiga, párroco de Poza de la Sal y amigo del P. Ibero, le regaló un fragmento de Terra Sigillata del término de Castellar y varias veces habla del pequeño museito que tenía en el pueblo, en donde había objetos hallados por su familia y cerámicas donadas por Melquiades Zúñiga o P. Eugenio Jalhay, cuyos fondos fue incrementando bien por adquisiciones, bien con sus propios hallazgos de la Poza romana, que publicó en El Castellano, entre 1921 y 1922.
En estos artículos reclama una mayor interés de las instituciones arqueológicas y reclama la creación de un museo municipal que acoja los hallazgos como testigo y prueba de que el actual muncipio es sucesor de Flavia Augusta, y dando muestras de de que ven con respeto esos blasones de su antigüedad.
(…) En Poza de la Sal conocían a Julio Martínez Santa-Olalla con el apodo de el Anticuario, pues, cuentan los más viejos del pueblo que cuando se estaba construyendo el ferrocarril Santander-Mediterráneo y su estación, Santa-Olalla se acercaba a recuperar los restos que aparecían como consecuencia de las obras».
(Ver Ortega, A.I. y Quero, S.: Julio Martínez Santa-Olalla (1905, Burgos – 12 de Febrero de 1972, Madrid), en Bifaces y Elefantes. La investigación del Paleolítico Inferior de Madrid. Zona Arqueológica 1, Museo Arqueológico Regional, Alcalá de Henares, 2002, pp.194-213).
(3) Debe referirse más bien a la mención que Ptolomeo hace de la ciudad autrigona de Salionca en su Geographia (II, 6, 52).
(4) En el original de la revista hay una errata y se omite la palabra sarcófago, que sin duda corresponde aquí, con referencia al sarcófago paleocristiano que hasta 1914 se utilizó como abrevadero para las caballerías en la Ermita de Nuestra Señora de Pedrajas (ver El sarcófago de Poza de la Sal o de la Adoración de los Reyes Magos) .
(5) Un completísimo repaso a la historia de la investigación de las estelas funerarias de Poza y de las hipótesis sobre su interpretación y fenómenos paralelos, puede verse en Abásolo, J.A., Albertos, M.L. y Elorza, J.C.: Los monumentos funerarios de época romana, en forma de casa, de la región de Poza de la Sal (Bureba, Burgos), Diputación Provincial de Burgos, Burgos, 1975, págs. 5 a 11. Respecto a las estelas galas, la monografía de referencia sigue siendo, hasta donde sé, Linckenheld, E.: Les stèles funéraires en forme de maison chez les mediomatriques et en Gaule, Les Belles Letres, Paris, 1927.
(6) La revista Investigación y Progreso había sido fundada en 1927 por el propio Obermaier.
(7) En La escultura romana de Poza de la Sal (Burgos) he tratado de recopilar los datos y referencias disponibles sobre el lamentable episodio de las obras en Poza del ferrocarril Santander-Mediterráneo y el papel que Martínez Santa-Olalla desempeñó en la recuperación de restos arqueológicos. La total pasividad de las autoridades que denunciaba Obermaier quizá necesita alguna matización.
(8) La nueva legislación fue finalmente aprobada como Ley relativa al Patrimonio Artístico Nacional, de 13 de mayo de 1933. Fue impulsada por Fernando de los Rios, Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes y, a parte de otras consideraciones que no vienen ahora al caso, provocó divisiones entre los arqueólogos. Obermaier formó parte de la denominada Junta Asesora para la elaboración de la ley.
(9) Se trata del ensayo en portugués Monumentos funerarios célticos. As pedras formosas e as estelas em forma de casa, en Homenagem a Martins Sarmento, Guimarães, 1933, págs. 226-235. Fue traducido después como Monumentos funerarios célticos.– Las estelas-casas de la provincia de Burgos y sus relaciones con el Occidente de Europa, Boletín de la Comisión Provincial de Monumentos de Burgos, nº 50, IV, 1935, págs. 182 a 193.