Explicada en la primera parte de esta entrada la finalidad y el contenido de los expedientes de hidalguía en Guipúzcoa, puede entenderse bien hasta qué punto estos documentos resultan fundamentales para la investigación genealógica de un apellido de aquel origen y para la reconstrucción de ramas familiares. En ellos encontramos, en efecto, muchísima información útil.
Hay que tener en cuenta que la elaboración de los expedientes de hidalguía se remonta nada menos que a la segunda mitad del siglo XV. Las Juntas Generales de Guipúzcoa fueron diciendo cómo tenían que instruirse, hasta que en 1773 se llega a la redacción de un procedimiento uniforme. Va además unido al mandato a todas las villas para que elaborasen su propio Libro de Matrícula o Padrón de Hijosdalgo, obligando a las familias que no estuvieran en regla a formar expediente probatorio (Instrucción de Olabe).
Ucelay o Urcelay, notorios hijosdalgos
Centrándonos ya en nuestro apellido, ya me he referido otras veces a la necesidad de acudir al importantísimo Ensayo de un padrón histórico de Guipúzcoa según el orden de las familias pobladoras, publicado entre 1895 y 1912.
Su autor, Juan Carlos de Guerrra, se basó para elaborarlo precisamente en la lista mandada imprimir en 1773 por las Juntas Generales de la Provincia de Guipúzcoa con todos los expedientes de hidalguía conservados en las villas y alcaldías, de la que año siguiente se publicó un índice y un apéndice. El Ensayo de Guerra es, pues, un referente clave para localizar los expedientes de hidalguía de los linajes familiares guipuzcoanos.
Respecto al apellido Ucelay o Urcelay, Guerra menciona 19 personas con hidalguía probada, a veces compartiendo pleito. García-Carraffa y Mogrobejo siguen, de manera más o menos completa, a Guerra, tal y como ya he presentado en El apellido Ucelay o Urcelay en las obras de los genealogistas García-Carraffa y Mogrobejo.
Localización de expedientes
Por mi parte, en este último tiempo he tratado de verificar los expedientes de hidalguía del apellido conservados en diferentes archivos. He localizado la prueba de hidalguía de un total de 15 personas, de las cuales solo 3 coinciden con la relación de Guerra.
El resumen de esta verificación -aun no exhaustiva- y su comparación por lo publicado por Guerra, García-Carraffa y Mogrobejo puede verse en el cuadro adjunto. En la columna de la derecha he incluido la referencia de los archivos en los que he localizado los documentos (1).

Cuadro comparativo de las probanzas de hidalguía del apellido Ucelay o Urcelay (elaboración propia).
La consulta directa de dichos expedientes me ha permitido completar la reconstrucción de mi rama paterna directa (incluida para mis familiares en el libro Urcelay. Memoria de nuestro linaje) y esbozar en un modesto trabajo, probablemente de manera todavía insuficiente, los orígenes de La Casa y Solar de Ucelay o Urcelay en Zumarraga (Gipuzkoa). Un tema que sigue abierto para quien quiera continuar la investigación, tal y como propuse en el último apartado del propio escrito.

Portada de la apelación del Expediente de Hidalguía de Domingo de Ucelay Amileta, archivada en la Chancillería de Valladolid
La apelación del pleito de hidalguía de Domingo de Ucelay Amileta
También en ese pequeño estudio daba cuenta del resultado más significativo de mi búsqueda: el hallazgo en el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid del que, a mi juicio, es, junto con la Escritura de Concordia de 1383 (ver Martín de Urcelay y los orígenes de la villa de Zumarraga. La Escritura de Concordia de 1383), el documento clave para aclarar los orígenes en Zumarraga de la Casa y Solar de Ucelay o Urcelay. Se trata de la apelación en 1662, ante dicha Real Chancillería, del Pleito de Hidalguía de Domingo de Ucelay Amileta (2).
La referida apelación contiene la anterior probanza de hidalguía en 1556 de Domingo de Ucelay Aguinaga, abuelo del peticionario. Su interés radica en ser el expediente de hidalguía conocido más antiguo del apellido. Entre otras informaciones, en él aparecen abundantes testimonios sobre la ubicación de la Casa y Solar originarios en el barrio de Zubiaurre, a orillas del río Urola, en Zumarraga. Y no en Aguinaga, como por error sostuvieron Guerra y quienes, como es el caso de García-Caffarra y Mogrobejo, le replicaron. En el mismo expediente hay también datos que permiten entender por qué se produjo esta confusión.
La estimación de la nobleza
A nadie se le escapa que, pasados los siglos, recordar estos temas pueden resultar ya un poco fuera de lugar.
Personalmente no lo creo así. En palabras de Juan Carlos de Guerra, no es una pueril vanidad la que nos mueve a hacer estimación de nuestra nobleza, sino un legítimo orgullo; porque nada hay más justo y razonable para el hombre que el enaltecimiento de su propia dignidad, ni más grato que ver que, durante los pasados siglos, ha sido igualmente respetada en sus progenitores (3).
Jaime Urcelay
(1) Siglas de los archivos:
Chanc. Vallad.: Archivo de la Real Chancillería de Valladolid.
AHPNG: Anchivo Histórico de Protocolos de Gipuzkoa, Oñate.
AM Legazpi: Archivo Municipal de Legazpi.
A. Casa Plaza-Lazarraga: Archivo de la Casa Plaza-Lazarraga, Oñate.
AM Oñate: Archivo Municipal de Oñate.
A. Euskaltzandia: Archivo de la Euskaltzandia (Real Academia de la Lengua Vasca).
(2) Archivo de la Real Chancillería de Valladolid. Real Audiencia y Chancillería de Valladolid. Pleitos civiles. Escribano Quevedo. Pleitos fenecidos. C-343/2 – LEG. 79. 2 pieza (s) 250 CA Folios (s).
(3) Estudios de Heráldica Vasca, Librería de J. Baroja e Hijos, San Sebastián, 1910, págs. 14 y 15.