El poema «A Nuestra Señora de Pedrajas», de Felipe de Urquijo Ugartevidea (Poza de la Sal, 1822 – Madrid, 1886)

Virgen de Nuestra Señora de Pedrajas, Patrona de Poza de la Sal, ante el altar mayor de la iglesia parroquial de San Cosme y San Damián. Se trata de una postal de 1973, poco anterior, por lo tanto, a la importante restauración a la que en 1975 fue sometida esta talla del románico tardío (siglo XIII) (Foto: Archivo Urcelay).

Felipe de Urquijo Ugartevidea y Goicoechea, nacido en Poza de la Sal (Burgos) en 1822 y fallecido en Madrid en 1886, es uno de nuestros injustamente olvidados Hijos ilustres de Poza (1).

Periodista y escritor leal al ideario tradicionalista -lo que le costó sufrir represión y cárcel-, fue también, desde 1861 y tras su paso por las Salinas de Añana (Álava), administrador principal de las Reales Salinas de Poza, entre otras responsabilidades públicas ejercidas por su temprano acceso por oposición al Ministerio de Hacienda.

A recuperar la memoria de quien fue fundador y director de El Eco de Burgos (1864) y de El Castellano Viejo (1869), y redactor después de La Fidelidad Castellana, La Fidelidad (1869-1870) y La Fe, dedicó mi buen hermano Javier un capítulo de nuestro libro Páginas de la Historia de Poza de la Sal (2).

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Las salinas de Poza de la Sal (Burgos) en las «Memorias» del erudito Eugenio Larruga (1747-1803)

Pese a que no faltan buenas publicaciones sobre las salinas de Poza de la Sal (Burgos) -tal y como traté de reseñar en la anterior entrada “Noticia de las salinas de Poza” (1851), del ingeniero Pío Jusué y Barreda-, es mucho lo que queda por desvelar sobre nuestro milenario patrimonio salinero y su significación en la historia de Castilla. Así me lo confirmaba recientemente, en un inolvidable encuentro, Martín Barcina, uno de los mejores y más apasionados conocedores del Salero pozano.

Con el propósito de seguir contribuyendo, en la medida de mis posibilidades, a la recuperación de esa historia, presento ahora el texto que sobre nuestras salinas incluyó el erudito Eugenio Larruga y Boneta (Zaragoza, 15.11.1747 – Madrid, 15.02.1803) en el Tomo XXVII de su monumental obra Memorias políticas y económicas sobre frutos, comercio, fábricas y minas de España, con inclusión de los reales decretos, órdenes, cédulas, aranceles y ordenanzas para su gobierno y fomento. Dicha obra fue publicada entre 1787 y 1800 en cuarenta y cinco volúmenes, escritos, muy probablemente, entre 1782 y 1785. En concreto, el mencionado Tomo XXVII, dedicado a la Policía, Población y Producción de la Provincia de Burgos, vio la luz en 1793 (1).

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