Me ha pasado ya más de una vez que al pedir un flip chart o rotafolios para una sesión de formación o un taller no ha sido posible contar con él porque este material ya se ha retirado.
Nada tengo, evidentemente, contra los sustitutivos -normalmente pizarras blancas o, en menor medida, pizarras digitales- pero sí creo que es una equivocación prescindir del flip chart considerándolo una herramienta ya superada. Y, por supuesto, me he sentido un poco manco cuando me ha faltado.
Mi experiencia -y supongo que la de muchos- es que el flip chart es una herramienta muy potente, pese a su simpleza, para generar e impulsar cinco de los comportamientos de mayor futuro en los equipos y las organizaciones:
1. La participación.
2. La creatividad.
3. La visión compartida.
4. La colaboración.
5. La capacidad para diferenciar entre lo fundamental y lo accesorio.
Personalmente he encontrado muchísima satisfacción en sesiones de trabajo o de formación en las que de verdad ha sido posible crear un clima de compromiso y aportación por parte de todos los participantes. En las que ha existido un debate de ideas abierto y hemos construido juntos. En las que, pese a la confusión o las divergencias iniciales, se ha conseguido claridad, orden y, sobre todo, una mirada o una solución compartidas. Y donde, además, nos hemos divertido. Sesiones de esas en las que puede decirse que ha habido magia…
Y no puedo evitar asociar esos logros a una buena e intensiva utilización del modestísimo flip chart. Por eso, ahora que parece estar amenazado, quiero romper una lanza por él y desearle larga vida.
Jaime Urcelay
Yo voy a construir uno , ya que aun lo utilizaremos y que bueno que subiste la imagen con las medidas muchas gracias y saludos!
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Me alegra que te haya resultado útil. Saludos.
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