“Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia, entonces, no es un acto; es un hábito”. Esta cita de Aristóteles refleja bien la importancia que los hábitos tienen en nuestra vida y también en qué medida la adquisición de buenos hábitos es una de las claves fundamentales del aprendizaje y el desarrollo de competencias, en el ámbito de las organizaciones y en cualquier otro.
Los hábitos, a diferencia de otros enfoques, nos aterrizan directamente en el terreno del carácter de las personas y, consiguientemente, en el de los comportamientos cotidianos, es decir, en el de la realidad y la vida. Esta es su gran ventaja.
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