Andrea Navagero. Su estancia en Poza de la Sal (Burgos) (VI)

Dibujo de Rinaldo Padovano de un medallón en bronce de Andrea Navagero, realizado por Giovanni Cavino, contemporáneo suyo. Fue encargado por Ramusio para honrar su amistad.

Andrea Navagero, el notable humanista y embajador veneciano ante la Corte de Carlos V, permaneció en el año 1528 durante casi cuatro meses en Poza de la Sal (Burgos), junto con el resto de los muy ilustres representantes de la Liga Clementina o de Cognac. Es uno de los sucesos a los que más atención dedica en el célebre El Viaje hecho por España y Francia, que ya conocemos bien a través de las anteriores entradas.

Debe señalarse que en las aproximaciones a la historia de dicha localidad burgalesa se suele mencionar, creo que erróneamente, que su castillo sirvió de prisión a los embajadores de la Liga. Afirmación esta que, desde las últimas décadas del pasado siglo, se ha ido incorporando, de una u otra forma, a una parte de literatura de todo tipo sobre Poza de la Sal y su impresionante castillo, hasta casi convertirse en un lugar común, pese a que, como vamos a tener ocasión de ver, no parece que, a la vista de las fuentes, sea correcta.

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Andrea Navagero. Los despachos diplomáticos y la relación ante el Senado (V)

Efigie de Andrea Navagero que aparece en el libro Hieronymi Fracastorii Veronensis Opera omnia…, Venecia, 1555.

En anteriores entradas ya se ha mencionado la escasa atención que en España se ha prestado a los despachos o cartas diplomáticas de Andrea Navagero, poeta y embajador de Venecia en la corte del emperador Carlos V entre los años 1523 y 1528. García Mercadal llega a afirmar que nada se sabe de los despachos que [Navagero] pudo remitir desde España1.

Me refiero a los escritos que periódicamente enviaba a la Señoría, órgano colegiado supremo de la compleja arquitectura del gobierno de la República de Venecia2, dando cuenta del desarrollo de su misión y de los diferentes sucesos que se iban produciendo.

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Andrea Navagero. Hacia una comprensión de «El Viaje hecho por España y Francia» (III)

Retrato de Andrea Navagero. Bajorrelieve en mármol, por Giovanni Bonazza, siglo XVIII (Museo Cívico de Padua).

Centrándonos ahora en El Viaje hecho por España y Francia, la obra más significativa para nosotros del poeta y embajador Andrea Navagero, se trata de un breve y cautivador relato de su itinerario desde que el 10 de octubre de 1523 salió de Venecia, para hacerse cargo de su embajada en España, hasta su regreso a la misma ciudad el 24 de septiembre de 1528.

Comprende su recorrido por diferentes lugares de Italia hasta embarcarse en Calvi (Córcega) el 20 de abril de1524. Tras una accidentada navegación, desembarcó en Palamós (Gerona) el 24 de abril y ya el 11 de junio de 1525, tras una cuidada recepción, se unió a la corte de Carlos V en Toledo, ciudad en la que permaneció hasta el 24 de febrero de 1526.

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Andrea Navagero. Embajador en la corte del emperador Carlos V (II)

Retrato de Andrea Navagero. Copia de un artista de Roma, probablemente del siglo XVIII, del célebre cuadro de Rafael (Museo del Louvre).

Retomando el nombramiento en 1523 del historiador y poeta Andrea Navagero como embajador extraordinario de la República de Venecia, junto con Lorenzo de Priuli, en la corte carolina, debe señalarse, antes de nada, que coincidió con un momento especialmente delicado de las relaciones internacionales y, en concreto, para los intereses de Venecia, sumida en una cierta crisis de su hegemonía comercial del Mediterráneo.

El mismo año 1523, Carlos V y dicha República habían concluido un acuerdo de paz, dando lugar a una alianza secreta a la que se unieron Inglaterra, Fernando I de Habsburgo, el papa, Florencia y el Ducado de Milán. Por ello, la primera misión de Navagero y Priuli era asegurar la aplicación de ese acuerdo, pero, a la vez, tratar de no comprometer las relaciones con el aliado francés, al que se consideraba garante de sus fronteras.

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El libro de «La detención en Poza de la Sal de los embajadores de la Liga (1528)», en la revista «Diplomacia Siglo XXI»

Agradezco a la revista Diplomacia Siglo XXI, órgano de comunicación de la Academia de la Diplomacia, la inclusión en su último número (170), de mayo de 2024, de una amplia y bien ilustrada reseña de mi libro «La detención en Poza de la Sal de los embajadores de la Liga (1528)».

Espero que el curioso episodio histórico al que se refiere este trabajo de investigación resulte de interés para quienes se dedican a la diplomacia.

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«La detención en Poza de la Sal de los embajadores de la Liga (1528)», en La Bureba 30 Días

Agradezco mucho a Cristóbal Cuevas y a La Bureba 30 Días, periódico de la comarca burgalesa del mismo nombre, la atención en el último número al libro «La detención en Poza de la Sal de los embajadores de la Liga (1528)», que acabo de publicar.

El artículo de la revista presenta un completo resumen del contenido del libro, destacando al final el protagonismo de Poza de la Sal durante cuatro meses en la relaciones internacionales, como consecuencia del episodio investigado en este trabajo. Unos hechos que tuvieron lugar, afirma, «en un tiempo convulso, testigo del esplendor del Imperio carolino, el nacimiento de las naciones modernas y el amanecer de la idea de Europa».

Para descargar el núm. 217 (febrero de 2024) de La Bureba 30 Días, pinchar aquí.

Por fin, «La detención en Poza de la Sal de los embajadores de la Liga (1528)»

Después de una larguísima investigación -llegué a pensar que, en el afán de curiosear todo, no se acabaría nunca-, ha visto por fin la luz «La detención en Poza de la Sal de los embajadores de la Liga (1928). El testimonio de Andrea Navagero y otras fuentes contemporáneas».

Mariano Bailly-Baillière, queridísimo amigo, ha hecho la maquetación, e Ichi, la pequeña de mis hijos, sufrida cómplice de mi obsesión con Navagero y el episodio pozano, ha diseñado la portada. Además de haber quedado preciosa, creo que ha captado perfectamente el alma de una obra que, al pretender documentar hasta el último detalle el testimonio de Navagero y lo ocurrido en Poza en aquellos meses del invierno de 1528, tiene en su texto una forma más académica de lo que yo hubiera querido.

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